Perito contador partidor
Función y Papel en la Partición de la Herencia
Al morir una persona, si ha dejado bienes por repartir, pueden surgir complicaciones. Y ahí es donde entra en juego el contador partidor, el rey del caos hereditario. ¿Ha planteado alguna vez la cuestión de cómo se distribuye efectivamente una herencia cuando existen múltiples herederos y bienes de diversa naturaleza? Este experto en el campo de la herencia se ocupa de garantizar que cada individuo obtenga lo que le corresponde, previniendo conflictos familiares que todos conocemos de manera exhaustiva. Se procederá a desentrañar conjuntamente el rol de esta figura tan indispensable —y en ocasiones incomprensible— en el ámbito del derecho sucesorio en España.
¿Qué es un perito contador partidor y cuál es su función en la herencia?
Definición y naturaleza jurídica del contador-partidor
El perito contador partidor es ese profesional al que se le encomienda una tarea delicada: repartir los bienes de una herencia cuando hace falta alguien con conocimientos técnicos para hacerlo bien. No es cualquier persona, desde luego. El Código Civil de España asigna una función primordial en el proceso sucesorio, reconociéndolo como un componente esencial del mecanismo hereditario. En definitiva, es un representante del testador o de la persona en cuyo poder esté designarlo, para repartir los bienes según unos criterios justos y claros. ¿Su trabajo principal? Se realizará un inventario exhaustivo de los bienes dejó el difunto, estableciendo un precio para cada uno de ellos y distribuyéndolo entre los herederos y legatarios conforme a lo estipulado en el testamento o la legislación vigente. Su intervención cobra especial relevancia cuando estamos ante herencias complejas —imagínate varios inmuebles, acciones de empresas, deudas pendientes— o cuando los beneficiarios ya empiezan a mirarse con desconfianza antes de sentarse a la mesa.
Diferencias entre el contador partidor y el albacea
Mucha gente los confunde, y es normal. Pero entre el contador partidor y el albacea hay diferencias que merece la pena conocer. El albacea viene a ser como el guardián de la última voluntad del fallecido: vigila que se cumplan sus deseos, cuida los bienes mientras tanto y se asegura de que los legados lleguen a sus destinatarios. El contador partidor, por su parte, tiene una tarea más específica: repartir la herencia aplicando criterios técnicos para valorar y distribuir los bienes de forma justa. Mientras que el albacea tiene un abanico más amplio de responsabilidades en la gestión general de la sucesión, nuestro contador-partidor se centra en algo muy concreto: hacer las cuentas y el reparto del patrimonio. Y aquí viene otro dato interesante: el albacea puede ser cualquier persona de confianza del testador (tu vecino de toda la vida, por ejemplo), pero cuando hablamos de un perito judicial contador partidor, normalmente necesitamos a alguien con formación específica en valoración patrimonial, contabilidad o derecho sucesorio. Es decir, alguien que sepa realmente lo que vale cada cosa y cómo repartirla sin que nadie salga perjudicado.
Facultades del contador-partidor en el proceso hereditario
Las facultades del contador-partidor son amplias, y con razón: necesita margen de maniobra para hacer bien su trabajo. Este profesional tiene poder para llevar a cabo todas las operaciones necesarias hasta conseguir una partición completa y justa. Entre sus principales atribuciones está la de hacer un inventario exhaustivo de todo lo que forma parte de la herencia, tanto lo bueno (los activos) como lo menos bueno (las deudas). También puede valorar estos bienes usando criterios técnicos —algo fundamental cuando hablamos de patrimonios con inmuebles en diferentes ciudades, participaciones en empresas familiares o derechos que no se pueden tocar pero valen dinero—. Si el matrimonio estaba en gananciales, el contador-partidor puede liquidar ese régimen, calcular cuánto queda neto para repartir y decidir qué le toca a cada heredero, siempre respetando los deseos del fallecido y lo que dice la ley. Eso sí, hay que tener en cuenta que estas facultades cambian según el tipo de contador-partidor del que estemos hablando (si lo nombró el testador, si es dativo o judicial), pero todas apuntan al mismo objetivo: conseguir un reparto objetivo y técnicamente impecable que respete los derechos de todos los que tienen algo que decir en la sucesión.
¿Qué tipos de contador partidor existen en el ámbito hereditario?
El contador-partidor testamentario: designado por el testador
El contador-partidor testamentario es la opción preferida de muchos testadores previsores. ¿Por qué? Porque es la forma más directa de asegurarse de que su patrimonio se repartirá como ellos quieren. Este tipo de contador es elegido personalmente por el testador en su testamento, confiándole la importante misión de distribuir sus bienes cuando ya no esté. Es un acto de confianza absoluta, como cuando le das las llaves de tu casa a alguien mientras te vas de viaje, pero multiplicado por mil. "El beneficio de designar un contador-partidor testamentario es que ya sabe lo que quería el difunto y lo puede ejecutar mejor".. Los herederos, aunque a veces a regañadientes, suelen aceptar mejor las decisiones de alguien elegido directamente por su ser querido. Es como si el difunto dijera desde el más allá: "Confío en esta persona para que haga las cosas bien". El Código Civil lo tiene todo bien regulado, desde cómo se debe realizar el nombramiento (en escritura pública, generalmente en el propio testamento) hasta qué puede hacer o no este profesional, aunque el testador tiene cierto margen para ampliar o restringir sus poderes en la forma que estime oportuna, siempre dentro de la legalidad, claro está.
El contador partidor dativo: nombramiento y características
¿Y qué pasa cuando no hay contador-partidor testamentario y los herederos no se ponen de acuerdo? Aquí entra en juego el contador partidor dativo, una solución práctica para evitar tener que ir a juicio. Esta figura, pensada para agilizar los procesos hereditarios cuando las cosas se complican, tiene sus propias características dentro del sistema sucesorio español. Para nombrar a un contador-partidor dativo, los herederos que representen al menos la mitad del valor de la herencia tienen que acudir al notario y pedirle que designe a alguien. El notario, siguiendo lo que dice la Ley de Jurisdicción Voluntaria, elegirá a un profesional imparcial —normalmente un abogado especializado, otro notario o alguien con experiencia en estos temas— que no tenga vínculos con ninguno de los herederos. La labor del contador partidor dativo es básicamente la misma que la del testamentario, aunque su autoridad no viene del testador sino de la ley y del acuerdo (aunque sea parcial) de los herederos. Este profesional tendrá que hacer todo el proceso con objetividad absoluta: inventariar los bienes, valorarlos correctamente y repartirlos entre herederos y legatarios, siempre respetando lo que diga el testamento o, en su defecto, la ley.
El perito contador-partidor judicial en procedimientos contenciosos
Cuando las disputas entre herederos llegan a tal punto que no hay manera de ponerse de acuerdo, toca ir a los tribunales. Y es entonces cuando aparece el perito contador-partidor judicial, ese profesional que trabajará bajo la supervisión directa del juzgado. Su nombramiento sigue las reglas de la Ley de Enjuiciamiento Civil para designar peritos: las partes pueden proponer a alguien de común acuerdo (cosa rara cuando hay conflicto) o, lo más habitual, se elige por sorteo entre los profesionales cualificados. El letrado de la administración de justicia (antes llamado secretario judicial) tiene un papel clave aquí, supervisando tanto el nombramiento como el trabajo posterior del perito. Lo que distingue al contador-partidor judicial es su imparcialidad reforzada —el juzgado está vigilando—, los plazos estrictos que debe cumplir y el hecho de que su trabajo puede ser cuestionado formalmente dentro del proceso judicial. Su intervención es vital cuando la tensión entre herederos hace imposible cualquier acuerdo. Viene a ser como ese árbitro neutral que, con conocimientos técnicos y bajo supervisión judicial, proporciona una valoración objetiva que servirá de base para que el juez decida cómo se reparte finalmente la herencia.
¿Cómo se designa un contador partidor y cuáles son sus requisitos?
Designación testamentaria del contador-partidor
Si estás pensando en hacer testamento (cosa que todos deberíamos hacer, por cierto), nombrar a un contador-partidor puede ahorrarte muchos problemas a tus herederos. Este nombramiento tiene que hacerse en documento público, generalmente en el propio testamento, dejando muy claro quién es la persona elegida y qué poderes le das exactamente. Según el Código Civil, puedes nombrar a cualquier persona con capacidad jurídica plena, incluso a uno de tus propios herederos, aunque en este caso habrá ciertas limitaciones para evitar que se aproveche de su posición. También puedes nombrar a varios contadores-partidores, para que trabajen juntos o uno detrás de otro si el primero no puede. Algo importante: el cargo es voluntario, así que la persona que elijas puede decir que no (esperemos que no lo haga). Los requisitos básicos son tener capacidad legal completa, ser imparcial (sobre todo si no es uno de los herederos) y tener los conocimientos necesarios para hacer bien el trabajo. La ley no exige específicamente que sea un experto, pero seamos realistas: es mejor elegir a alguien que sepa de números y leyes que a tu primo el artista, aunque sea muy buena persona.
Nombramiento del contador partidor dativo por el notario
Cuando no hay contador testamentario o este ha renunciado al cargo, el contador-partidor dativo se convierte en la tabla de salvación. El proceso, regulado en la Ley de Jurisdicción Voluntaria, empieza cuando los herederos que representen al menos la mitad del valor de la herencia le piden al notario que nombre a alguien. Una vez recibe la solicitud, el notario comprueba que los solicitantes tienen derecho a pedirlo y, si todo está en orden, abre el expediente de nombramiento. Lo siguiente es citar a todos los interesados en la herencia para que digan lo que tengan que decir sobre el nombramiento. Si nadie se opone con razones de peso, el notario designará al contador partidor dativo siguiendo las reglas establecidas, eligiendo normalmente a alguien con formación jurídica o contable adecuada. Los requisitos para ser designado son ser plenamente capaz, ser ajeno a la sucesión de los herederos y legatarios y ser competente para realizar las operaciones de partición. Todo se recoge en escritura pública, en la que se fijan los plazos para que el contador-partidor realice su labor y entregue el cuaderno particional con el reparto.
Proceso de designación del perito contador partidor en sede judicial
Cuando la herencia acaba en los juzgados, designar al perito contador partidor sigue un proceso más formal, regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil. Todo empieza normalmente dentro de un procedimiento de división judicial de herencia, donde el letrado de la administración de justicia toma las riendas. Si hay suerte y todas las partes se ponen de acuerdo (cosa rara cuando ya están en el juzgado), pueden proponer a un profesional concreto. Si no, se recurre al sistema de listas y sorteo entre los peritos inscritos en los colegios profesionales. Para ser designado perito contador-partidor judicial necesitas tener titulación oficial en materias relevantes —economistas, abogados especializados, auditores— y estar en las listas oficiales de peritos judiciales. Una vez nombrado, el perito tiene que aceptar el cargo ante el letrado de la administración de justicia, quien le entregará toda la documentación necesaria y le marcará un plazo para presentar su informe pericial. Este informe será la base técnica del cuaderno particional. El proceso también contempla cómo se le paga al perito, la posibilidad de que las partes lo recusen si hay motivos válidos, y que el tribunal pueda pedirle aclaraciones o ampliaciones del informe si hace falta para repartir correctamente la herencia.
¿Cuáles son las facultades y limitaciones del contador-partidor en la partición de la herencia?
Alcance de las facultades para realizar la partición
Las facultades del contador-partidor son amplias, pero tampoco es que tenga carta blanca para hacer lo que quiera. Su poder está siempre dentro de los límites que marca la ley y, cuando existe, la voluntad del testador. Su facultad principal —la razón de ser de su existencia— es realizar todas las operaciones necesarias para distribuir el patrimonio hereditario entre herederos y legatarios. Esto significa que puede hacer un inventario completo de los bienes, valorarlos con criterios técnicos (nada de "a ojo de buen cubero"), pagar las deudas pendientes, calcular lo que queda limpio para repartir y decidir qué bienes concretos le tocan a cada beneficiario. También puede, cuando hace falta para repartir bien, interpretar el testamento en esos puntos que no están del todo claros, siempre que no vaya contra lo que claramente quería el testador. Si el difunto estaba casado en gananciales, el contador-partidor puede liquidar ese régimen, determinar qué bienes hay que traer a colación y calcular la legítima de los herederos forzosos. En el caso del contador-partidor judicial, tiene poderes adicionales como pedir información a bancos, registros públicos y empresas privadas para saber exactamente qué hay en la herencia. Incluso puede pedir ayuda al juez si alguien le pone trabas para hacer su trabajo.
Limitaciones legales a la actuación del contador partidor
Pero, por supuesto, con tanto poder también vienen restricciones que salvaguardan a los herederos y honran la voluntad del difunto. La primera restricción es que no puede contravenir lo que literalmente disponga el testamento o las normas imperativas del Código Civil (en particular, las que tutelan la legítima de los herederos forzosos...).